• Es un instrumento versátil que se puede utilizar en diversos géneros musicales
• Ayuda a desarrollar la coordinación motriz y la concentración en los más pequeños.
• Favorece la disciplina y el trabajo en equipo si se forma parte de una banda o grupo
• Trabaja la respiración

Tocar el clarinete hará que el alumno tome conciencia de cada uno de los elementos del cuerpo implicados en la respiración, practicando una serie de ejercicios beneficiosos para todo el sistema  respiratorio, aumentando la capacidad pulmonar y que repercutirá no solo en la práctica del instrumento, sino que también le preparará para el canto o para hablar en voz alta durante un periodo prolongado.

Es beneficioso para el desarrollo cognitivo

Aprender a tocar el clarinete ayuda a mejorar la memoria, la concentración y la habilidad para resolver problemas, lo cual es especialmente importante en la etapa de crecimiento de los niños.

Fomenta la disciplina y la constancia

La práctica diaria del clarinete les enseña a los niños la importancia del esfuerzo continuo y la disciplina, habilidades que les serán útiles en otros aspectos de la vida.

Mejora la postura corporal

La exigente postura para poder tocar adecuadamente sin temor a lesiones o dolores derivados de la práctica, conlleva una corrección postural también para el día a día que puede mejorar nuestros hábitos a la hora de sentarnos o estar de pie.

Mejora la coordinación

Mientras un músico toca un instrumento de viento hay decenas de músculos implicados que consecuentemente estamos ejercitando y además coordinando. Esto también resulta beneficioso para el día a día, no solamente cuando se está tocando el clarinete.