A través de las clases de saxofón, los pequeños aprenden a dominar la técnica de respiración y la coordinación de los dedos en las teclas. 

Tocar el saxofón desarrolla habilidades como:

• La capacidad pulmonar,
• La lectura de partituras,
• Y la exploración de diferentes estilos, desde el jazz, la música clásica, rock o música electrónica debido a su gran versatilidad.

El saxofón es un instrumento divertido y emocionante que puede ayudar a los niños a desarrollar su talento musical y creatividad.

Posee una  curva de aprendizaje muy rápida:  Pueden tocar desde la primera clase una sencilla melodía.

A través del aprendizaje del saxofón, los niños pueden mejorar su coordinación, concentración y habilidades motoras: Mejora su habilidad y agilidad física al tener que mover los dedos de las manos en distintos ritmos y tiempos, e incluso sincronizarlos con la lengua para pronunciar adecuadamente todas las notas.

Fomenta la disciplina y la constancia: La práctica diaria del saxo les enseña a los niños la importancia del esfuerzo continuo y la disciplina, habilidades que les serán útiles en otros aspectos de la vida.

Existen diferentes tamaños de saxofón diseñados específicamente para niños, lo que facilita su aprendizaje y práctica.